El Autor

EL AUTOR DE ESTA PÁGINA WEB y su CREDO

El autor en el "Kotel" conocido por los gentiles como Muro de los Lamentos. En Jerusalén, en 1994.

Estimado visitante,

En primer lugar quisiera agradecerte tu visita a esta página WEB, que espero haya sido de tu interés. Mi deseo no es sino lanzar unas ideas (a veces creo que muy fragmentadas, y seguramente para muchos, cuestionables), sobre este periodo de la historia del cristianismo tan desconocido para los cristianos del recién estrenado siglo XXI, y, ante la gran cantidad de sectas, pseudo-sectas y falsas doctrinas que circulan hoy en día, tratar de sacar una enseñanza práctica para nuestro tiempo. Mi segundo gran propósito es inspirar a los cristianos de hoy en día (a mí el primero) con el ejemplo y las lecciones que nos dieron aquellos que ya se reunieron con su Salvador.


Me confieso un apasionado de ese judío llamado Yeshua, al que los "Goym" o "Gentiles" llamamos Jesús, y que vivió hace  unos 2000 años en la tierra de Israel. Él me cautivó, Él me enamoró. Creo que Él es el Hijo de Dios encarnado en la joven virgen judía Miriam (María), y que Él pagó en la cruz del Gólgota el castigo que merecían mis muy numerosos pecados, pasados, presentes y futuros. En Él solo he puesto mi esperanza, con la confianza de que mis miserias y pecados de hombre son compadecidas por su amor y misericordia, y perdonadas por medio de la sangre que Él derramó en la cruz. Como Él dijo: no son los sanos los necesitados de médico, sino los enfermos... y yo, gran enfermo... ¡¡estoy muy necesitado de Ese Buen médico!!No me avergüenzo de confesarle públicamente, porque en Él no hay nada de vergonzoso, y por mucho que busco no he hallado todavía nada de que avergonzarse en Jesús.Se que hay muchas partes en la WEB que hay que completar, lo iré haciendo poco a poco... espero que algunos de vosotros me ayudéis en ello, o que tengáis paciencia.

Un fuerte abrazo y hasta siempre... ¡Y no dejes de recomendar esta WEB!!!

J.P.V.

Para contactar hágalo a la dirección de correo: autorcristianismoprimitivo@gmail.com

MI CREDO (¿Qué cree el autor de esta WEB?) 

Creo en un Único y solo Dios todopoderoso, que es Eterno desde antes del tiempo y por todos los siglos, el Padre del Señor Jesús, el Dios particular de una nación en la historia: el Dios de Israel: el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Que creó por medio de Jesús todas las cosas, visibles e invisibles. Que por Su amor a nosotros, Sus criaturas, envió a Su Hijo Jesús para que muriendo en una cruz a manos de los pecadores (entre los que estábamos todos nosotros) y resucitando al tercer día, perdonó nuestros pecados y venció a la muerte y al diablo. Creo que Dios es Amor, y que también es Justo y demanda justicia, y Santo demandando santidad.

Creo en Jesús el Hijo de Dios, el Verbo de Dios, la Palabra de Dios, que Le define de tal manera y Le habla de tal manera, y Le dice de tal manera que es la imagen misma de Su Sustancia y el resplandor de Su gloria, que de tal manera Lo expresa para que los hombres Lo entendamos, en Una sola Palabra hecha carne: Jesús hecho carne, que esta Palabra: Jesús, es Dios mismo. Él es la Única manera de entender a Dios, de ver a Dios, de oír a Dios, de acercarnos al Padre. Él es el Único camino, la Única Verdad, y la Única Vida. Mirando a Jesús vemos al Padre, oyendo a Jesús oímos al Padre, acercándonos a Jesús nos acercamos al Padre. Creo que Jesús es el Señor. Creo que Él era desde el principio con Dios. Creo que Él es antes de todas las cosas y que en Él todas las cosas se conservan unidas y subsisten.

Creo que Jesús se hizo hombre y nació, por obra del Espíritu Santo, de María, cuando ésta aún era virgen, antes de que tuviese ningún tipo de relación con su marido José. Creo que Jesús se hizo un hombre en todo como nosotros y de nuestra humanidad, pero sin pecado. Creo que Jesús como hombre fue judío y escogió serlo para cumplir las promesas hechas por Dios a Su pueblo: el Pueblo de Israel. Creo que Jesús es el sí de Dios y el amén de Dios a todas esas promesas, tanto en el pasado, como en el presente, como en el futuro.

Jesús es la manifestación del Amor y la Justicia de Dios. Creo que fuera de Jesús no hay absolutamente ninguna otra manera ni persona de acercarnos al padre, de ser salvos, de recibir perdón de nuestros pecados, si no es acepando por la fe lo que la Gracia del Dios de Amor nos ofrece: salvación gratuita por medio de la muerte redentora de Jesús, que sufrió el castigo como representante de toda la humanidad en la cruz y que literalmente murió de manera física y que resucitó al tercer día de entre los muertos para darnos Su justicia: para que si aceptamos el don del Dios Justo y Santo, no tengamos que sufrir nosotros el castigo al que nos condenan nuestros pecados y por el que Él ya sufrió. Creo que una vez salvos, en lo que corresponde a Dios no se puede perder la salvación, pero si en lo que corresponde a los hombres: Apostatando de la fe o cometiendo el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo, sean lo que sean estos pecados de los que habla la Escritura.

Creo en el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jesucristo. Que por medio de la resurrección de Jesús, Dios nos Lo pudo enviar como promesa suya. Creo que el Espíritu Santo procede del Padre por medio de Jesús, y que está aquí solo y únicamente para dar gloria a Jesús, y por ello al Padre, recordándonos lo que es de Cristo, trayéndonos y dándonos lo que es de Cristo, morando en nuestros corazones y haciéndonos nuevas criaturas en Cristo. Creo en todo lo que la Palabra de Dios dice acerca de los dones y frutos del Espíritu Santo porque creo en todo lo que la Palabra de Dios dice aunque no lo entienda. Creo que el Espíritu Santo, al ser el Espíritu de Dios y el Espíritu de Jesús, es tan Dios como el Padre o el Hijo.

Creo que todos los hombres son pecadores, que nacemos a imagen y semejanza del primer Adán que pecó, que no hay ni uno santo, que todos hemos pecado y que nuestros pecados han hecho separación entre nosotros y nuestro Dios y que son nuestros pecados los que nos condenan a sufrir el castigo eterno del infierno. Creo que ningún hombre pudo, ni podrá jamás ser salvo por sus méritos o acciones sin contar con la salvación provista por Dios a través de Jesús. Solo un hombre no pecó: Jesucristo Hombre.

Creo que las buenas obras, y nuestra vida cristiana no son más que la demostración, evidencia y fruto de lo que Dios hizo para nosotros hace ya 2000 años, y que a eso que Dios hizo por medio de Cristo en la cruz, en un momento determinado de la historia, los hombres no podemos aportar absolutamente nada hoy en día en lo que atañe a nuestra salvación. Creo que cuando aceptamos a Jesús dejamos de ser gentiles y pasamos a obtener la ciudadanía de Israel: El Israel de Dios, siendo injertados en la descendencia espiritual de Abraham, sin que esto suponga que si éramos gentiles (goym) antes de aceptar a Jesús debamos guardar la Ley o Torá dada por Dios, a través de Moisés a los descendientes físicos de Jacob, ni circuncidarnos, ya que hacer de otro modo nos hará caer de la gracia. Por todo esto, creo que Dios nos demanda santidad de vida, para no ser como los gentiles que no tienen a Dios, y ser luz y sal de la tierra. Nuestra misión en la tierra ahora es: Glorificar a Dios por medio de Jesús predicándole y anunciándole con nuestras palabras y nuestros hechos. Creo que los hijos de Dios que formamos la iglesia podemos, por causa de las pasiones que combaten en nuestros miembros, y por causa de nuestras almas en proceso de renovación y santificación, cometer pecados, pero que por medio de Jesús (y solo por medio de Él), que es Fiel y Justo para perdonarnos cuando pecamos, obtenemos limpieza de dichos pecados. Creo por ello que la salvación integral del creyente se cumplió en la cruz pero se manifiesta en tres tiempos: Nuestros espíritus, el verdadero hombre interior, son hechos nuevas criaturas en Cristo con la salvación (de ahí que Dios nos llame santos), nuestras almas deben ser renovadas día a día mientras estamos en este mundo (de ahí las exhortaciones a la santidad) y nuestros cuerpos mortales y corruptos serán revestidos de inmortalidad en la resurrección del día final.

Creo en la Iglesia verdadera, que es una sola, que es santa, extendida por toda la tierra y que es la que está fundamentada en todas las enseñanzas de Jesús por medio de  los apóstoles sin añadir ni quitar nada. Es el Cuerpo de Cristo que no está dividido, compuesto por todos los creyentes en el Jesús que la Palabra de Dios, la Biblia, nos presenta y que el Espíritu Santo nos revela, y que han recibido el don del Espíritu Santo al arrepentirse y ser bautizados en agua conforme al mandamiento de Jesús. Creo que los creyentes se deben respeto, servicio, y sobre todo el amor que hace que todos conozcan que somos discípulos de Jesús. Creo que debemos someternos los unos a los otros en amor y temor de Dios. Creo que las múltiples divisiones de las diferentes denominaciones y congregaciones locales en nada glorifican a Dios, del mismo modo que el ecumenismo al precio de las enseñanzas fundamentales de la Verdad revelada es un pecado contra Dios.

Creo en la Palabra de Dios, la Biblia, en su totalidad: El llamado Antiguo Testamento tal y como lo han conservado los judíos –sin los libros llamados “Deuterocanónicos” por ciertos gentiles- y el llamado Nuevo Testamento. Creo que es la única Verdad revelada a los hombres. Que para su redacción Dios usó a hombres santos inspirándoles cuando escribían lo que en ella está escrito por el Espíritu de Dios, y que por ello es Palabra Divina. Que es literalmente verdad en todo lo que dice. Creo que Dios en su santa voluntad y poder se cuidó de que nos llegara tal y como nos ha llegado por encima de las voluntades de los hombres que agruparon dichos libros en tiempos pasados. Creo que debemos interpretarla literalmente y en su conjunto. Creo que se debe interpretar atendiendo lo que dice explícitamente, y no implícitamente o con argumentos retorcidos, lo cual es un gravísimo pecado. Creo que no hay otra revelación afuera de la Biblia, sean otros libros, profecías o revelaciones del tipo que sean. Creo que el mensaje y la esencia de la Biblia es doble: por una parte nos habla del Amor y el perdón de Dios manifestado en Jesús y por otro, por causa de ese amor, es una seria advertencia y una orden de que todos los hombres se arrepientan y crean en Jesús para no ser castigados en el infierno o lago de fuego. Creo que la única fuente de Verdad y Doctrina para los cristianos es la Biblia, y no tradiciones o doctrinas de hombres, especialmente cuando éstas contradicen Sus enseñanzas.

Creo en la Segunda Venida del Señor, la Resurrección de los muertos y en el Juicio final, que en el fin de los tiempos Jesucristo volverá en Gloria en las nubes con todos sus ángeles y todos sus santos a recoger a Su Iglesia y para juzgar a vivos y muertos, y que Él vendrá de manera visible y patente a toda la humanidad, lo cual es y ha sido la esperanza y la perseverancia del cristiano a lo largo de estos casi dos mil años de espera desde que el Maestro ascendió a los cielos. Creo que los que recibieron la justicia de Dios por medio de Jesús resucitarán para vida eterna y los que despreciaron dicha justicia gratuita, resucitarán para juicio de condenación y castigo eterno en el infierno o lago de fuego: un lugar literal y terriblemente real al que serán enviados los que menospreciaron el don de salvación por medio de Jesús y no obedecieron el mandato Divino de arrepentirse. Creo que habrá un reinado de Cristo, donde la justicia y la paz reinarán. Creo que habrá una nueva creación de la cual, en nuestros espíritus, ya somos parte, con cielos nuevos y tierra nueva donde more la justicia, y que viviremos en el Reino Celestial en perfecta comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y todos los santos ángeles y los demás santos, en dicha, perfecto amor y paz, donde no habrá más mal, llanto ni pecado, por los siglos de los siglos.

AMEN

…y creo que como hombre me puedo equivocar (y me equivoco), pero que Dios, nuestro Padre, nunca se equivoca… Solo Dios es Sabio.