La perseverancia cristiana

La vida cristiana es una vida de perseverancia

Cuando Dios llama a Moisés en Éxodo 3, le anuncia la grande y milagrosa salvación que va a dar a los hijos de Israel. Pero Dios le advierte asimismo diciendo:

Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte” (Ex. 3:19).

Dios podría haber enviado a Moisés sin advertirle de esta fuerte oposición, ya que a veces Él se guarda de revelarnos lo que va a suceder o porqué pasamos por determinadas pruebas y luchas, hasta la muerte

Las cosas secretas pertenecen a YHWH nuestro Dios” (Deut. 29: 28)

¿Qué hubiera hecho Moisés sin esta advertencia, o qué hubiéramos hecho nosotros, si tras las dos o tres primeras plagas nada hubiera cambiado en el corazón del Faraón, y que además nuestra opresión hubiese aumentado y nuestro enemigo se hubiese hecho más refractario que nunca a nuestras oraciones y acciones?

Pudiera ser que pasemos por rudas pruebas que nos lleven a incluso no soportar más la vida, y contrariamente a Moisés, Dios en Su sabiduría y Su soberana voluntad, no haya querido prevenirnos que nuestro faraón particular iba a endurecer su corazón y cargarnos de trabajos más fatigosos y difíciles que antes.

En ese caso, hay que perseverar. La palabra "Perseverancia" se traduce también en el NT como "Tener Paciencia", pero no se refiere aquí a una espera o paciencia pasiva, sino de una resistencia activa a los asaltos del enemigo.

La palabra "Perseverancia" en Griego Koiné puede hacer referencia a algo que pasaba en las antiguas batallas, cuando se formaba lo que llamaban un "Muro de escudos": Una especie de melé (de hecho la melé del rugby tiene su origen en este tipo de combate) donde los adversarios no tenían más que empujar y a resistir al mismo tiempo los embates del enemigo, formando una especia de muro humano donde el hecho de ceder significaba que el enemigo invadiría nuestras posiciones haciendo una verdadera masacre entre nuestras filas.

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” Stg 1:12

JPV